2021-11-03T17:44:36+01:0016/09/2021|

Cómo alargar la vida útil de los electrodomésticos

El auge del teletrabajo así como la reducción de la movilidad a consecuencia de la pandemia han llevado a un mayor uso de los hogares por un gran parte de la población y, por lo tanto, a una mayor siniestralidad en el seguro de hogar. Según datos de Asitur Focus, se ha producido crecimiento del 24% en el número de servicios al hogar durante el primer semestre de 2021 respecto de los servicios gestionados en el mismo período de 2019, antes de la pandemia, destacando especialmente los servicios de reparación de electrodomésticos, con un incremento del 58%.

La vida útil de los electrodomésticos indica al tiempo de uso que tienen antes de averiarse para siempre. Su obsolescencia programada varía según el tipo de aparato, de las marcas y, por supuesto, del uso que se les da, ya que su utilización tiene un impacto importante en la esperanza de vida de los electrodomésticos. Siempre se ha de buscar que un electrodoméstico dure el máximo tiempo posible siendo funcional al máximo rendimiento.

¿Cuál es la obsolescencia programada de los electrodomésticos más habituales?

La vida media de un electrodoméstico es de unos 10 a 12 años, teniendo en cuenta que se compra nuevo, que se le ha dado un uso estándar y que se ha utilizado correctamente. En algunas ocasiones es más barato comprar un electrodoméstico nuevo que arreglar uno antiguo, y por eso la vida útil de los electrodomésticos se ha visto reducida en comparación con épocas pasadas.

  • Nevera. No más de 15 años. Su avería más común, grave y costosa es la fuga de gas. Puede llegar a costar 400 € repararlo y es difícil de detectar. Suelen dar los fallos casi al final de su vida útil.
  • Lavadora. Su vida dura entre 8 y 10 años. Es propensa a tener averías, ya que se usa con asiduidad. Los problemas suelen aparecer en el motor, las correas o las gomas.
  • Secadora. 10 años. Similar a la lavadora, ya que ambos tienen un sistema rotatorio.
  • Cocina (vitrocerámica, inducción…). Unos 15 años aproximadamente. Al igual que la nevera, está acondicionada para uso diario.
  • Horno. Similar a la cocina. Al final de 15 años comienzan a dar fallos.
  • Microondas. Hasta 12 años. Son tan baratos que ante cualquier avería es mejor comprar uno nuevo. Incluso se suelen cambiar sin que den fallos por otros más modernos, con más prestaciones y una mejor eficiencia energética.
  • Lavavajillas. Menos de 15 años. Dependiendo del uso medio durará más o menos. Al igual que la lavadora, un electrodoméstico con toma de agua puede dar problemas de cierta gravedad.
  • Aspirador. De 6 a 8 años. Son propensos a obstrucciones en los filtros y el sistema eléctrico suele dar fallos. Al igual que el microondas, al ser un pequeño electrodoméstico se suele preferir el cambiarlo para mejorarlo que pagar una reparación.

Consejos para alargar la vida útil de los electrodomésticos

Siguiendo una serie de consejos es posible mejorar el rendimiento, la utilidad y la vida total de los electrodomésticos del hogar.

Hacer buen uso de ellos según su manual de instrucciones

En el manual de instrucciones, el fabricante indica unas pautas a seguir para poner en marcha, mantener y parar el funcionamiento del aparato. Muchos requieren unas comprobaciones previas y ajustes; otros necesitan que la carga máxima o la potencia aplicada se respete; también los hay que no pueden pararse en mitad de un programa o utilizar determinados accesorios porque pueden dañar los circuitos.

Obviar estas pautas puede disminuir la vida útil de los electrodomésticos.

Llamar al servicio técnico ante cualquier mal funcionamiento

Un electrodoméstico puede tener fallos pero seguir funcionando. Resistirse a arreglar esa pequeña deficiencia puede conllevar una avería todavía mayor. Si algo no funciona como debería es una alerta a la que se debe hacer caso.

Aunque una avería del electrodoméstico pueda estar no incluida en el seguro del hogar, (en función del origen del daño), la mayoría de las pólizas incluyen un servicio de reparación de electrodomésticos gracias al cual el asegurado tiene cubierta por su aseguradora la visita, unas horas de mano de obra e, incluso, en algunos casos, el coste de los materiales hasta un límite determinado.

Vigilar las condiciones de instalación

Hay lugares idóneos donde colocar un electrodoméstico y lugares en los que es más fácil que se deteriore. Por ejemplo, las neveras deben estar alejadas de fuentes de calor y humedad. El suelo debe de estar bien nivelado para que las lavadoras, secadoras y lavavajillas no tiemblen en exceso y ello impacte en el motor.

La distribución dentro de una cocina es importante, ya que hay aparatos que utilizan gas, otros agua en su sistema y otros solo funcionan con electricidad. Cualquier fuga puede afectar al resto de aparatos y debe tenerse en cuenta.

Limpieza

La limpieza es extremadamente importante, ya que un aparato limpio funciona en condiciones óptimas. Por ejemplo, las neveras deben tener las juntas limpias para mantener el aire fresco, los aspiradores deben tener los filtros cambiados para evitar obstrucciones y la goma de las lavadoras de revisarse y cambiarse, en su caso, para evitar que la suciedad se apelmace y cause daños.

Además, la limpieza debe realizarse con más o menos profundidad y con unos periodos estipulados. Este paso, tan simple como parece, es de los que más alarga la vida útil de los electrodomésticos porque evita el deterioro que más fácil arreglo tiene.

Revisar las conexiones eléctricas periódicamente

El tratarse de electrodomésticos que funcionan con electricidad sufren problemas por ello. Los cortes bruscos provocados por malas conexiones o tormentas eléctricas pueden fulminar todo el sistema de un aparato, incluso varios a la vez. No se recomiendan los ladrones o tomas múltiples por riesgo de sobrecarga. Además, deben de tener toma de tierra y la potencia adecuada para cada electrodoméstico.