Que todo lo que nos rodea va camino de estar conectado es una realidad, y nuestro hogar no podía ser menos. Se estima que en 2020 existirán 50.000 millones de dispositivos conectados. Asitur Focus ha llevado a cabo una investigación para conocer cómo se percibe esta realidad desde el punto de vista de los consumidores, sean o no usuarios de este tipo de soluciones para el hogar.

De la muestra encuestada, un 92,7% ha oído hablar de la domótica en el hogar, pero únicamente el 8,46% dispone de algún tipo de dispositivo conectado, aunque cerca de la mitad reconoce estar interesado en poder controlar su hogar a distancia.

De las personas que ya disponen de algún tipo de dispositivo conectado, ¿cuáles son las tipologías que más se utilizan? El control de la calefacción y climatización, las alarmas,  el control de aparatos electrónicos e informáticos así como la subida y bajada de persianasocupan las primeras posiciones del ranking. Sin embargo, el control del cierre y apertura de la válvula de gas, el sensor para detectar apertura de puertas y ventanas y el control de electrodomésticos son los sistemas domóticos de los que menos se dispone en la actualidad.

Al preguntar a los encuestados sobre los factores que consideran más importantes a la hora de tener un hogar conectado con un sistema domótico, la seguridad se destaca como el factor más importante, seguido del ahorro energético, la calidad de vida, el confort y el entretenimiento.

La comodidad es una de las principales ventajas de tener un Hogar conectado. La mayoría de los usuarios destacan el teléfono móvil (72,88%) como la principal herramienta para controlar este tipo de dispositivos, y un 63,9% consideran la opción de la App como “muy interesante”.

Como dato anecdótico, el 65,64% de los encuestados estarían bastante interesados en poder controlar su hogar a distancia.

Entre los controles domóticos que los encuestados desearían tener en sus hogares, destaca por encima del resto el de la videovigilancia. A este control se unen también la posibilidad de modificar la temperatura de la calefacción o el aire acondicionado, el de configurar las alarmas, el control de las válvulas de gas o agua, la opción de manejar los electrodomésticos, disponer de un sensor para la apertura de puertas y ventanas, controlar la iluminación y el movimiento de las persianas, el control de aparatos informáticos y la opción de activar el riego automático.

Aunque contar con un hogar inteligente supone un ahorro de costes para el usuario, el precio que implica su instalación es el principal factor que les lleva a prescindir de este servicio. De hecho, solo un 4,3% cree que el Hogar Inteligente está al alcance de cualquier ciudadano. Además, la necesidad de hacer una obra en la vivienda o el miedo a la escasa protección de sus datos, serían otros dos factores claves para decir `no´ a este tipo de servicio.

Sin embargo, un 72,89% de los encuestados asegura que la decisión de compra del seguro de hogar influiría positivamente si la compañía le facilitase la instalación de la domótica, aunque solo el 5,63% afirma haber recibido algún tipo de información relativa a este servicio.